Una vez terminado el cartón, toca repartir las piezas. Nos gustan todas, pero cierto es que hay algunas que "asustan", porque nos parecen muy difíciles de tejer. Cada una de nosotras tiene una favorita secreta, casi todas alguna de las del borde, porque tienen muchos colorines.
También hay alguna pieza "huerfana" de la que nadie se quiere hacer cargo, no porque no le guste, sino, como decimos, porque nos resulta complicadísima a la hora de tener que tejerla. En fin, no podremos dejar un hueco en blanco y a la hecho, pecho. El cartón en su conjunto nos gusta, es como la vida, tiene momentos divertidos, placenteros, relajantes, y momentos de tensión, de complicación, de agobio incluso.
Iremos poco a poco avanzando. Pero antes que nada hay que hacer el cartón individual de cada pieza, calcar los contornos y las líneas de apoyo. Como luego tiene que encajar todo y algunas figuras, formas y colores pasan de una pieza a la otra, tenemos que tener cuidado al calrar.
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